Jugábamos a ser piratas cada martes, surcando los siete mares casi sin salir de la habitación. Nos guiaba una brújula que estaba un poco rota y en los cuadernos de bitácora escribíamos poemas de amor. El azul del mar aparecía en la moqueta y el del cielo entraba por todas las ventanas, abiertas de par en par. Girábamos a babor o a estribor dependiendo del compás que nos dictasen las olas que salían del tocadiscos y bebíamos limonada en botellas de aguardiente y de ron. A veces no navegábamos en el mismo barco y, entonces, nuestras batallas de almohadas que se suponían cañonazos parecían no tener fin. Los mapas del tesoro estaban dibujados en papel de cocina arrugado en los que la tinta se veía mal, pero siempre eran descifrables y conseguíamos llegar a esa “X” que en el 90% de los casos era algo rico de dentro de la nevera. Navegábamos en una cama en la que muchas veces echábamos el ancla y a la orden de arriad las velas las sábanas se quedaban quietas. Al final de la tarde, al avistar tierra, atracábamos el barco en el balcón. Y allí, tumbados encima de la playa o del muelle de una ciudad desconocida para todos, nos inventábamos el nombre de las estrellas que se veían a través del caleidoscopio, que los martes se disfrazaba de catalejo.
Causábamos temor en los Océanos, y no nos guiaba nada salvo los puntos cardinales. No le teníamos miedo a esos tiburones a los que la gente llama problemas. Éramos los piratas más valientes del mundo entero.
Adoro los piratas (ytuformadeescribir)
ResponderEliminar<3
Se me ha dibujado la sonrisa en la cara nada más empezar a leer, sobre todo porque en mi cabeza me he imaginado a un montón de pequeñajos subidos a una cama con un oso polar (no he podido evitarlo), con sobreros de pirata hechos con papel de periódico y un cofre del tesoro lleno de chuches o pastelitos. Me lo he pasado genial leyendo este cuento. Las historias de piratas son las mejores del mundo :)
ResponderEliminarHas conseguido llenarme de ternura y hacerme feliz a cada palabra.
ResponderEliminarTú eres preciosa
tú escribes de muerte
bella <3
¿Yo podría unirme a ese barco pirata de los martes?
ResponderEliminarUna bolsita llena de sugus de todos los sabores.
Me ha encantado tu relato, pirata¡¡¡
ResponderEliminarYo no hace mucho tiempo también surqué los mares....Bendita infancia.
Un abrazo grande.
Me quedo en tu blog¡¡¡
que genial tu texto pirata no?:)
ResponderEliminarnunca habia imaginado unos piratas así...nos venden mucho los del parche y pata de palo!
muah
lo haces tan bien
ResponderEliminarme encanta
excelente..
ResponderEliminarMe sorprende no haber pasado antes por aquí.
ResponderEliminarQue sitio más bello :)
Vas directamente a mi lista de Personitas bonitas.
toca algo los miercoles?
ResponderEliminarme encanta este sitio, me quedo :)
Es que no hay nada mejor que jugar a ser piratas los martes, pero piratas de esos que tú describes, de los piratas que llenan de ternura y pasión y que tan sólo roban sonrisas.:)
ResponderEliminarLástima que sea en pasado.
ResponderEliminar(te leo, y te releo por completo)
Sigues tan increible como siempre :)
ResponderEliminarEl mejor pirata del mundo, con gorro de periódicos viejos y parches que se sacaron del botiquín (con esa sonrisa tan perdida que cualquiera diría que no tienen brújula)
ResponderEliminarPero qué narices digo! Un buen pirata nunca tiene brújula (se deja siempre llevar por las corrientes del mar)
Simplemente precioso.Escribes realmente bien, no desaproveches ese don. He leido otros poemas y creo que tienes mucho talento.Suerte
ResponderEliminarQue guapp, tienes un blog tremendamente creativo un abrazo ¡¡¡
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