martes, 12 de enero de 2010
Cosquillas.
Me gustaría poder hacerte cosquillas en la barriga, y que me dijeses que parase mil veces, y yo no hacerte caso. Que te pusieses rojo de tanto reír y fingieses enfadarte conmigo. Entonces yo me apoyaría en tu hombro, soltaría una carcajada, y te pediría con voz bajita, mientras te soplaba en el oído, que me perdonases. Y tú, tú me mirarías con cara de "estaveztehaspasado" y me darías un beso en la punta de la nariz, y así yo podría saber que ya me habías perdonado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Qué bonito :)
ResponderEliminarA mí me encanta ahogarme de tanto reirme por las cosquillas, jaja
¡Un beso!
no me gustan las cosquillas, pero creo que de este modo, sí :)
ResponderEliminarMe encantan las cosquillas!!
ResponderEliminarYo también te sigo, me gusta mucho mucho tu blog:)
¡Ehhhh! ¡Que la nariz solo se toca si es para dar un beso de esquimal!
ResponderEliminar(un miau
dentro de una
tetera)
Porfa por favor un frigo pie.
ResponderEliminarNo me gustan las cosquillas, me pongo demasiada roja y tengo meido del que me hace las cosquillas piense que su chica es una verdura humana y desaparezca corriendo o.ó
La verdad que no hay nada mejor que la tortura con cosquillas =)
ResponderEliminarNo se puede no perdonar en esas ocasiones, todo el mundo lo sabe :)
ResponderEliminarSaludos subterráneos.
Perdonar con cosquillas tiene que ser maravilloso :)
ResponderEliminarBeso!
me encanta el colacao con pajita azul mirando sus ojos azules :)
ResponderEliminarno sé porqué no puedo firmarte en la otra entrada :(